Mitos sobre el uso del cannabis
"Solo quien ha consumido hierba tiene cannabinoides en su cuerpo”

En realidad, todos tenemos cannabinoides en nuestro cuerpo que producimos de manera natural por parte de nuestro organismo. Estos cannabinoides endógenos (propios) se crean a través de un sistema que tenemos todos los seres humanos y animales vertebrados, que se conoce como el sistema endocannabinoide, este sistema nos mantiene en equilibrio y contribuye al proceso de homeostasis, participando además en conjunto con otros sistemas del cuerpo como el cardiovascular, sistema inmunológico (defensas), sistema digestivo entre otros. El sistema endocannabinoide está también relacionado con la percepción del dolor, el estado del ánimo, la memoria, la forma como aprendemos, el desarrollo y densidad ósea, la capacidad de estar dormidos o despiertos que se conoce como el ciclo sueño-vigilia, entre otros.

“El cannabis medicinal produce adicción”

En este punto es fundamental diferenciar entre el uso del cannabis medicinal versus el uso recreativo. Hasta el momento no se tienen cifras del riesgo sobre desarrollar trastorno por consumo de cannabis cuando se utiliza el cannabis para fines medicinales.  Lo que sí es posible afirmar es que debido a que en la práctica clínica se utilizan dosis tan bajas de THC, la probabilidad de desarrollar este problema es cercano a cero.  Al tener un uso supervisado y controlado por un médico especialista en este tipo de tratamientos, no se han observado casos de trastornos por consumo de cannabis.

Por otro lado, en cuanto al consumo recreacional, el uso de altas concentraciones (principalmente THC), produce impacto sobre el sistema de recompensa, impulsividad y memoria a nivel cerebral. Cifras actuales establecen que 1 de cada 10 adultos pueden desarrollar adicción al consumir altas concentraciones de cannabis, sobre todo en quienes empiezan más jóvenes durante la adolescencia, y en quienes existe un consumo frecuente no regulado. 
“El cannabis medicinal es un medicamento milagroso y sirve para todo el mundo”

El cannabis medicinal es un tratamiento individualizado y una herramienta útil para controlar los síntomas que producen algunas enfermedades tales como el dolor crónico, la epilepsia refractaria, la esclerosis múltiple, las náuseas y el vómito secundarios a la quimioterapia, la ansiedad, la falta de apetito en pacientes con VIH y cáncer, entre otra dolencias pero NO es un medicamento milagroso ni se ajusta a las necesidades de todos. 

Es fundamental recordar que el cannabis medicinal no es para cualquier persona, y que tiene indicaciones y contraindicaciones específicas.  Es decir, que hoy en día hay pacientes que no deberían estar consumiendo terapias a base de cannabinoides.  Por ejemplo, pacientes con enfermedades cardiovasculares descontroladas tales como arritmias, hipertensión arterial no controlada y antecedentes recientes de infartos de miocardio, entre otras, no deberían consumir productos donde predomine el THC.  De igual forma, pacientes con enfermedad psiquiátrica descontrolada como esquizofrenia, episodios psicóticos y trastorno bipolar, entre otros, tampoco deben consumir productos ricos en THC.

Finalmente, los pacientes menores de 18 años tampoco deben consumir productos enriquecidos en THC pues puede afectar el desarrollo neurocognitivo e incrementar el riesgo de desarrollar trastornos por consumo de cannabis. Sin embargo, en población pediátrica sí es posible utilizar productos donde predomine el CBD. Se debe hacer una selección precisa del paciente, del tipo de cannabinoide y su vía de administración, por parte de un médico especializado en el uso de estas terapias.

"El cannabis cura el cáncer”

A la fecha no hay estudios clínicos en humanos que demuestran que el cannabis medicinal produce efectos curativos directos en la enfermedad del cáncer. Si bien es cierto que se ha explorado el efecto anticáncer del cannabis en estudios preclínicos (es decir, en animales y tejido celular), todavía hace falta mucha investigación sobre el efecto curativo directo en el Cáncer. Sin embargo lo que sí hace el cannabis medicinal en los pacientes con cáncer, es ayudar a controlar de forma complementaria y no dañina los síntomas que produce esta enfermedad tales como el dolor, la ansiedad, el insomnio, la falta de apetito y/o algunos de los efectos ocasionados por los tratamientos como las náuseas y el vómito secundarios a la quimioterapia.  

“El cannabis medicinal es completamente inofensivo y al ser derivado de una planta no produce efectos secundarios”

Este también es un mito frecuente.  Hoy sabemos que el cannabis medicinal sí puede producir efectos secundarios que en la mayoría de los casos se clasifican como leves a moderados. Adicionalmente estos efectos se relacionan con las dosis que se administren ya sea de THC o de CBD.  Aunque ambos pueden producir efectos secundarios, la mayor parte de efectos se relacionan con las altas dosis de THC.

Los efectos secundarios más frecuentes relacionados tanto con el THC como con el CBD son mareo, somnolencia (sensación de sueño durante el día) y sentir la boca seca.  Estos efectos generalmente van desapareciendo con los días, a medida que el cuerpo asimila o hace tolerancia a estos cannabinoides, por este motivo es importante que se inicie el tratamiento con las dosis más bajas posibles, intercalándolas lentamente hasta alcanzar los efectos terapéuticos deseados.

Fuente: drmaferarboleda

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